Mi suplente durante las vacaciones me contó que tuvo que hacer horas extra durante dos semanas seguidas para poder asumir la carga de trabajo y hoy quiero compartir cómo reaccioné. Pero empecemos desde el principio.
Todo ocurrió en el equipo de proyecto que estoy liderando actualmente. Mis planes de vacaciones este año coincidían con los de otro desarrollador sénior del proyecto durante dos semanas completas. Esto es problemático porque normalmente nos cubrimos mutuamente. La única forma viable era encontrar a alguien dispuesto a mantener el ritmo mientras estábamos fuera.
Se nos ocurrió un desarrollador del equipo que aún no era sénior pero al que valoramos mucho. Como él tiene intención de ascender, pensamos que sería una gran oportunidad para que viera cómo es coordinar al equipo y gestionar responsabilidades adicionales.
La idea fue preparar tareas por adelantado y distribuirlas entre los miembros del equipo para que él pudiera enfocarse en apoyarlos. Lamentablemente, no salió exactamente como habíamos planeado. Incluso poco antes de nuestras vacaciones no estaba claro si podríamos llevar los requisitos más importantes a un estado trabajable. Esto se debe a dificultades generales del proyecto, pero eso es otra historia.
Al final logramos formular un plan y dejar algunas tareas listas para las dos semanas que ibamos a estar fuera, así que tomamos nuestro merecido descanso con cierta sensación de remordimiento.
Confiamos en él con plena razón. El equipo no avanzó más lento de lo habitual y, lo más importante, nadie estuvo ocioso durante esas dos semanas, que era nuestro mayor temor.
Al reincorporarme, tuve una charla individual con el valiente suplente y esto fue lo que me contó. En general disfrutó mucho los nuevos desafíos. Nunca antes había coordinado un equipo y hacerlo le resultó muy gratificante. Su prioridad fue apoyar al resto del equipo siempre que fuera posible, sobre todo aclarando requisitos y revisando código.
Pero esto tuvo un coste. Todo su tiempo se consumió en asegurarse de que los demás pudieran trabajar. No quería decepcionarnos, así que después de un día lleno de reuniones y apoyo se quedaba hasta tarde haciendo horas extra por la noche para avanzar en sus propias tareas. Esto se repitió durante las dos semanas completas.
Mi primera reacción fue agradecerle su dedicacion y esfuerzo; valoré que hubiera ido la milla extra. Sin embargo, también me preocupó porque me pareció innecesario, así que le dije que no tenía que repetirlo la próxima vez.
Si él nos hubiera dicho desde el principio que su jornada se consumía en apoyar a los compañeros y que no le quedaba tiempo para avanzar en sus tareas personales, lo habría entendido. Habríamos discutido juntos estrategias para mover sus tareas y poder cumplir las fechas objetivo como equipo.
Quizás te preguntes por qué hago tanto énfasis en unas horas extra. Un periodo de trabajo intenso forma parte del trabajo, cierto. Para entender mi aversión al overtime hay que mirar el contexto más amplio.
El proyecto del que hablamos es en realidad problemático. Empezó de forma caótica, sin una imagen objetivo clara y con falta de liderazgo fuerte. Por eso me incorporé y pude aportar estructura y hacer que avanzáramos. Con el obstáculo inicial superado, pronto quedó claro que los plazos iban a ser ajustados.
Con el paso de los meses la linea temporal se volvió cada vez más irrealista a medida que descubrimos lo que realmente se esperaba de nosotros. Esta situación genera una gran presion sobre los desarrolladores. Al ser relativamente inexpertos, no siempre saben cómo gestionarla y muchas veces optan por compensar el retraso poniendo más horas.
Los contribuyentes individuales nunca deberian sentirse responsables del estado de un proyecto retrasado. No es culpa suya y no está en su poder resolverlo por completo. Las causas suelen ser mala planificación, demasiadas tareas en paralelo y problemas de comunicación con stakeholders, entre otros.
Lo que deben hacer es transparentar la situación y expresar sus preocupaciones cuando una fecha límite es demasiado ajustada. De ese modo podemos buscar soluciones como equipo: replantear prioridades, reasignar recursos o negociar plazos con los interesados.
Volviendo a la historia inicial, mi reacción fue firme porque fue el ejemplo más reciente de un desarrollador haciendo más trabajo del necesario, un comportamiento que rara vez se detecta o se agradece adecuadamente. Preferimos fomentar la comunicación para que nadie tenga que sacrificar su tiempo personal de forma sistematica.
En Q2BSTUDIO, empresa especializada en desarrollo de software y aplicaciones a medida, servicios de software a medida, inteligencia artificial e inteligencia artificial para empresas, ciberseguridad y servicios cloud aws y azure, creemos que la salud del equipo y la planificación adecuada son claves para el éxito. Ofrecemos soluciones de servicios inteligencia de negocio, agentes ia y power bi para ayudar a las organizaciones a tomar decisiones basadas en datos y a optimizar procesos. Nuestra experiencia en ia para empresas y en la implementación de sistemas seguros garantiza que los proyectos avancen sin sobrecargar a los equipos con horas extra innecesarias.
Si has vivido situaciones similares, me gustaria conocer cómo las manejaste. Si quieres estar informado cada vez que publico contenido nuevo busca mi substack y suscribete a mi boletin para recibir actualizaciones. Si necesitas apoyo en proyectos de software a medida, inteligencia artificial, ciberseguridad, servicios cloud aws y azure, servicios inteligencia de negocio, agentes ia o power bi, contacta a Q2BSTUDIO y con gusto te ayudaremos a definir prioridades, planificar recursos y evitar que la carga recaiga sobre las personas equivocadas.
Gracias por leer y por apoyar una cultura de trabajo sostenible donde la comunicacion, la transparencia y la tecnologia adecuada reducen la necesidad de horas extra y mejoran tanto la calidad del producto como el bienestar del equipo.