Introducing Fluid Explicit and Robust Reactivity for Modern JavaScript
Motivación
La reactividad es una de las ideas más influyentes del frontend moderno. Las aplicaciones deben actualizarse al instante, propagar cambios a través de relaciones de datos complejas y mantenerse fiables a medida que escalan. Librerías consolidadas como MobX, el sistema reactivo de Vue o Svelte ofrecen gran comodidad, pero en sistemas complejos pueden aparecer capas de comportamiento implícito, restricciones de sintaxis y falta de control. Alternativas como RxJS dan control fino, aunque con una curva de aprendizaje pronunciada de programación funcional reactiva que debe adoptarse por completo y cuyo uso inadecuado puede desencadenar código difícil de depurar.
Fluid nace para reequilibrar la reactividad hacia la claridad, la previsibilidad y el control explícito, aunque suponga sacrificar algo de conveniencia. Su objetivo es hacer visible todo el recorrido del cambio de estado para que cada mutación, dependencia, notificación y orden de ejecución queden a la vista y respondan a la intención del desarrollador.
Resumen
Fluid se apoya en principios claros 1 cada objeto reactivo es un tipo constructor al estilo de Promise. 2 todo es explícito. 3 todo puede controlarse. 4 todo es sincrónico. 5 no usa Proxy solo objetos y funciones simples. 6 rendimiento alto gracias a estructuras de datos planas y ausencia de cálculos ocultos.
Los conceptos base son familiares valores reactivos de lectura y escritura, derivaciones de solo lectura, listeners o efectos, lectura del estado actual y escritura de nuevos estados. La diferencia está en el grado de control y visibilidad que ofrece.
Qué hace único a Fluid
1 Control del orden de evaluación
En la mayoría de librerías sincrónicas el sistema construye un grafo de dependencias y reequilibra el orden de ejecución de forma automática. El clásico problema diamante aparece cuando una derivación depende de otras dos que a su vez dependen de una raíz en común. El reto es que la derivación final se reevalúe una sola vez tras actualizarse ambas ramas, evitando recomputaciones innecesarias.
Fluid no resuelve esto de forma implícita, te da una herramienta para declararlo prioridades. Cada derivación o listener acepta una prioridad numérica y puedes programar que ciertos cálculos ocurran después de sus dependencias directas. La regla es sencilla cuanto mayor el número, mayor la prioridad. Así declaras líneas temporales claras y evitas ejecuciones múltiples, algo esencial cuando el orden exacto importa.
2 Transacciones
El batching en Fluid se materializa como escrituras diferidas que puedes ejecutar o rechazar. Una transacción encapsula una posible escritura y al ejecutarla puedes confirmar el cambio o devolver un error que evita mutar el estado. Esta idea permite pasar transacciones como objetos y operar sobre ellas sin acoplarse al detalle de qué modifican.
La potencia aparece al componer transacciones múltiples en una operación atómica los cambios se aplican todos juntos y solo si ninguno falla. Si alguna parte devuelve error, nada cambia, evitando estados inconsistentes. Además reduces disparos de efectos y recomputaciones, porque toda la actualización se consolida en un único paso.
3 Sin memoización oculta
Fluid no hace nada a tus espaldas. Si escribes, se escribe el valor y se notifica a suscriptores, sin heurísticas de igualdad ni políticas implícitas. Esto libera para trabajar con estructuras mutables cuando convenga. Si necesitas mutar un arreglo o un objeto, lo cambias y devuelves la misma referencia, dejando claro que hubo cambio y cuándo notificar.
4 Dependencias dinámicas
Los objetos reactivos son ciudadanos de primera clase y pueden anidarse. Eso habilita dependencias dinámicas una derivación puede cambiar su fuente en función del estado. Por ejemplo, una vista que a veces dependa de un origen A y otras del origen B. Al conmutar la dependencia antigua deja de estar vinculada, por lo que en escenarios reales conviene vigilar la limpieza de suscripciones y, cuando corresponda, destruir o desuscribir objetos que ya no se usan para evitar fugas de memoria.
Casos de uso y beneficios
En aplicaciones en tiempo real con bases de código amplias, el control explícito del orden, el batching transaccional y la ausencia de comportamiento oculto reducen efectos colaterales y preguntas difíciles del tipo cuál es la lista completa de dependencias de esta derivación, qué ocurre si convierto este getter en derivado o cómo fuerzo que una reacción se ejecute después de otra pero antes de una tercera. Con Fluid esto se expresa de forma directa y comprobable.
Cómo encaja en tu stack
Fluid es una librería liviana, sin acoplamiento a frameworks, fácil de adoptar e ideal para construir arquitectura de estado predecible y de alto rendimiento. Puedes integrarla en proyectos de software a medida o aplicaciones a medida y combinarla con pipelines de datos, paneles analíticos o flujos con agentes IA y automatización.
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Buenas prácticas
Declara prioridades de forma explícita para resolver dependencias en diamante sin recomputaciones innecesarias. Agrupa cambios con transacciones compuestas para lograr atomicidad y consistencia. Evita estados zombis liberando recursos cuando conmutas dependencias dinámicas. Y mantén la sincronía para tener una trazabilidad clara del orden de ejecución.
Recursos
Código fuente y documentación en GitHub. Paquete disponible en npm.
Conclusión
Si buscas una reactividad más explícita, predecible y controlable, Fluid ofrece una base sólida para construir sistemas con alta performance, más aún cuando tu prioridad es la calidad del dato, la gobernanza del estado y la facilidad para razonar sobre cada actualización. Un enfoque pragmático para productos que necesitan crecer con seguridad, observabilidad y eficiencia.