Cada vez que veo una publicación sobre lo que un chatbot hizo mal cuando se le pidió algo, aparece al menos un ingeniero de prompts culpando al usuario. Eso es exactamente lo que es: culpar al usuario por la insuficiencia de la herramienta.
Aunque muchas compañías invierten fuerte en inteligencia artificial y quieren hacerte creer que viene a por tu trabajo, la mera existencia del título de ingeniero de prompts demuestra lo contrario. Si la IA fuese realmente un éxito, no necesitarías a alguien que te diga cómo hablarle. Te comunicarías como lo haces con un ser humano y haría lo que pides, o simplemente la reemplazarías por otra herramienta mejor. Visto así, es evidente lo lejos que aún estamos del requisito de equivalencia humana que populariza el clásico test de Turing.
También me resulta inquietante que equipos de producto y diseño UX hayan normalizado su necesidad. Permíteme repetirlo: es culpar al usuario. Lo mismo que se nos reprocha a los desarrolladores cuando decimos que algo es obvio y que por eso nadie lo haría mal. La razón de ser del ingeniero de prompts es que el producto, lo que llaman IA, no rinde acorde a lo esperado, y su misión es traducir la pregunta del usuario ignorante a un formato que el chatbot pueda entender.
Peor aún, el ingeniero de prompts invade el terreno del científico de datos, que es quien debería corregir el problema donde corresponde: en el modelo. Claro, esto complica vender la IA como servicio. Entrenar modelos por usuario es caro y lento. Es la solución técnicamente correcta, pero es más difícil de vender y escalar de manera rentable. Aquí está lo poco discutido: ¿el modelo SaaS está frenando la innovación en IA? El lanzamiento de GPT-5 lo deja entrever: poca innovación real y mucha reorquestación de métodos ya probados y fallidos.
Por supuesto, hay tareas automatizables y, a gran escala, eso implica menos puestos. Directivos de empresas menos conocidas y fundadores están siguiendo a los gurús del sector, y se están perdiendo empleos, al menos temporalmente.
Ya es evidente que las promesas de productividad no se están cumpliendo y, de hecho, está emergiendo un mercado para que desarrolladores con experiencia reparen bases de código mejoradas con IA que ahora requieren mantenimiento serio.
Mientras existan ofertas laborales para ingenieros de prompts, ten por seguro que la IA aún no es lo suficientemente humana como para reemplazar tu trabajo.
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