Cuando trabajaba en varios puestos de desarrollo a la vez tuve que aprender a que cada acción contara. Antes solía sentir que mi jefe solo miraba las horas que estaba en línea y no los resultados que entregaba. Intenté trabajar más tiempo y solo conseguí más trabajo. Lo que de verdad importa es que te juzguen por los resultados, no por lo ocupado que parezcas.
La pregunta real es cómo generar confianza y demostrar tu valor sin quemarte. Aquí comparto la estrategia de comunicación que me funcionó y que incluso me ayudó a conseguir un aumento salarial basado en desempeño.
Haz visible tu trabajo Tu objetivo principal debe ser que lo que haces sea visible para otros. Esa visibilidad es tu mejor defensa ante dudas sobre tu rendimiento. Es comprensible que no siempre quieras dedicarte a tareas poco visibles, porque vendes tu tiempo por dinero y tienes derecho a priorizar. Si ves una tarea compleja similar a algo que ya has hecho en otra empresa, ofrécete a resolverla: la harás más rápido que nadie y te liberarás tiempo para tareas claves. Si necesitas construir una solución integral recurriendo a aplicaciones especializadas considera nuestras opciones de aplicaciones a medida y software a medida que aceleran la entrega y aumentan la visibilidad del impacto.
Sé proactivo Responde preguntas con rapidez y pregunta con la misma inmediatez. Si recibes una tarea nueva y no sabes por dónde empezar, pregunta al instante. Lo peor es dejar tickets de bugs sin aclarar y volver al día siguiente sin información. Durante mi periodo de prueba preguntaba tanto como era necesario; la gente lo espera y hasta los seniors hacen muchas preguntas cuando se incorporan.
Controla el ciclo de retroalimentación Programa revisiones de desempeño periódicas. Si no existen, inícialas con tu responsable. Una frecuencia mensual suele ser adecuada. Empieza cada sesión con un resumen breve de tus logros y lo que estás aprendiendo, y pide feedback claro. Eso te ayuda a alinear expectativas y a que te asocien con resultados concretos en lugar de con actividad visible pero poco valiosa.
Encuentra tu barra mínima de productividad Es muy difícil estimar objetivamente el rendimiento de un desarrollador. Si trabajas demasiado, ese nivel se convierte en la nueva expectativa y la recompensa puede ser mínima. Por eso probé reducir gradualmente mi carga hasta que surgieron preguntas sobre mi disponibilidad. Ahí encontré la barra mínima que mantenía a mi equipo satisfecho. A partir de ese punto trabajaba solo un poco más y mantuve un equilibrio sostenible. En mi caso eso supuso alrededor de dos horas de trabajo concentrado al día, pero cada contexto es distinto.
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En resumen, trabaja para que tus acciones sean visibles, sé proactivo, controla la retroalimentación y encuentra tu barra mínima de productividad. Así podrás demostrar valor sin sacrificar tu salud ni tu tiempo. Si quieres que te ayudemos a trasladar estas prácticas a sistemas y procesos concretos, en Q2BSTUDIO estamos listos para acompañarte con soluciones de software a medida, inteligencia artificial, ciberseguridad y servicios cloud.