En Catch-22 la lógica racional quedaba atrapada en una trampa: pedir prudencia era señal de cordura y, por eso, motivo para ser obligado a seguir en la misión. Ese dilema me recuerda a muchas licitaciones del sector público donde el cambio de Most Economically Advantageous Tender MEAT a Most Advantageous Tender MAT prometía valorar mejor la calidad frente al precio, pero la práctica sigue siendo contradictoria.
Revisando 30 procesos de contratación pública anteriores a febrero de 2025 observé que 25 ofertas tenían un peso de calidad igual o superior al 50 por ciento, pero el precio más bajo ganó en el 60 por ciento de los casos. En seis licitaciones el peso de la calidad fue del 70 por ciento o más y en cinco de ellas la adjudicación recayó en la oferta más barata. La variación de precio raramente era enorme, lo que indica que en muchos casos el criterio decisivo vuelve a ser el coste inmediato en lugar del valor sostenible.
Esta situación responde en gran parte a la presión sobre las autoridades contratantes: indicadores y expectativas centrados en ahorro a corto plazo empujan a elegir lo más barato. Paradójicamente, esa estrategia suele perjudicar a todos los actores, incluidos quienes diseñan las reglas y supervisan el gasto público. Aquí propongo tres ideas prácticas y racionales para cambiar esa dinámica y fomentar una evaluación más inteligente de precio y calidad.
Primero, si su oferta busca generar valor sostenible a largo plazo, sea explícito sobre lo que aporta más allá del pliego. Indique claramente qué hará su empresa que un competidor más barato no hará. Muestre evidencias de ahorros a largo plazo y beneficios adicionales conseguidos para otros clientes. En Q2BSTUDIO, especializados en aplicaciones a medida y software a medida, ayudamos a clientes a justificar inversiones que reducen costes operativos posteriores mediante soluciones de automatización y diseño eficiente.
Segundo, incorpore métodos de evaluación que refuercen la calidad: visitas al sitio, simulaciones en vivo o entrevistas con el equipo responsable de la ejecución añaden peso real a la evaluación técnica. Estas técnicas reducen la probabilidad de que una oferta técnicamente insuficiente gane solo por ser más barata. Cuando es posible, proponemos evaluar una licitación exclusivamente por calidad si el comprador dispone de un presupuesto fijo y testado en mercado.
Tercero, exija transparencia sobre verificaciones de precios anormalmente bajos y registre datos de puntuación de calidad y precio. Al alimentar estos datos en su proceso de evaluación de oportunidades podrá priorizar licitaciones donde la calidad sea un factor determinante y evitar competir en carreras hacia abajo. No licite a ciegas: seleccione clientes que valoren la calidad por encima del precio inmediato.
Como proveedor tecnológico, Q2BSTUDIO ofrece soluciones integrales que respaldan este enfoque racional: desarrollamos aplicaciones a medida que mejoran eficiencia y reducen costes futuros, implementamos inteligencia artificial para optimizar procesos y aportamos ciberseguridad robusta para proteger activos críticos. Si necesita una solución personalizada puede conocernos mejor en desarrollo de aplicaciones y software multicanal y explorar nuestras propuestas de inteligencia artificial en servicios de IA para empresas.
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Con una evaluación contractual más racional y datos que respalden decisiones, el sector público puede evitar el Catch-22 de premiar lo barato a costa de la eficacia. Para quienes licitan, la recomendación es clara: destaque su valor diferencial, aporte evidencias cuantificables y priorice clientes que reconozcan el retorno real de invertir en calidad.