En sistemas escalables aparecen con frecuencia tres conceptos que conviene diferenciar: Load Balancer, Proxy inverso y API Gateway. A simple vista pueden parecer intercambiables porque los tres se sitúan entre el cliente y los servidores, pero cada uno cumple un papel distinto en la arquitectura moderna.
Load Balancer - Propósito principal: distribuir el tráfico entrante entre varios servidores para evitar que uno se sature. Cómo funciona: supervisa la salud de las máquinas y enruta las solicitudes hacia las instancias disponibles, aplicando algoritmos como round-robin, peso o afinidad de sesión. Valor añadido: mejora la tolerancia a fallos y la disponibilidad, y facilita el escalado horizontal. Imagen práctica: un agente de tráfico que dirige los coches a los carriles libres para que el flujo no se atasque.
Proxy inverso - Propósito principal: actuar como intermediario entre los clientes y los servidores de backend. Cómo funciona: acepta peticiones en nombre de los servidores, puede hacer terminación SSL, cacheo, compresión y filtrar tráfico malicioso antes de pasarlo a las aplicaciones. Valor añadido: oculta la identidad de los servidores, agrega una capa de seguridad y mejora el rendimiento con caché y compresión. Imagen práctica: un recepcionista que filtra y encamina las consultas sin que hables directamente con el personal interno.
API Gateway - Propósito principal: proxy especializado para arquitecturas de microservicios que gestiona APIs y enruta peticiones al microservicio adecuado. Cómo funciona: centraliza preocupaciones transversales como autenticación, limitación de tasa, monitorización, versionado y transformación de peticiones. Valor añadido: permite agregar respuestas de varios microservicios, aplicar políticas y simplificar la interfaz hacia los clientes. Imagen práctica: una puerta de seguridad inteligente que comprueba credenciales, aplica reglas y te guía al departamento correcto.
Comparación rápida: un Load Balancer está orientado a distribuir carga y alta disponibilidad; un Proxy inverso añade seguridad, cacheo y terminación SSL; un API Gateway está pensado para gestionar y orquestar llamadas entre microservicios y aplicar lógica de negocio transversal como autenticación y throttling.
Cómo se combinan: no son excluyentes. En muchas arquitecturas se usan juntos: un Load Balancer dirige el tráfico a varios nodos, un Proxy inverso delante de esos nodos aporta seguridad y cacheo, y un API Gateway centraliza el acceso a microservicios y políticas de API. Esa combinación aporta escalabilidad, seguridad y facilidad de gestión en entornos distribuidos.
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En resumen, conocer la diferencia entre Load Balancer, Proxy inverso y API Gateway permite tomar mejores decisiones arquitectónicas. En Q2BSTUDIO combinamos experiencia en desarrollo, inteligencia artificial, ciberseguridad, servicios cloud aws y azure y business intelligence para construir sistemas escalables, eficientes y seguros que impulsan la transformación digital de tu empresa.