Durante la oleada de innovación en inteligencia artificial surgieron muchas ideas pero lo que yo buscaba era tecnología con corazón y fundamento real. Ese anclaje llegó en momentos cotidianos con mi esposa, que es veterinaria y amante de los animales: su concentración atendiendo gatos callejeros heridos a altas horas, la preocupación buscando hogares de acogida para cachorros abandonados y la sensación de impotencia al decir que una sola persona no puede rescatar a tantos animales me hicieron plantearme si la IA podía ayudar a difundir la bondad y facilitar que más personas participen en rescates.
Con esa intención nació PawHaven como un intento de unir tecnología y voluntad social. No es solo un lugar para apuntar informes, sino una herramienta que conecta personas dispuestas a ayudar con animales que necesitan asistencia. Mi experiencia en desarrollo de software me llevó a descomponer el problema en dos grandes retos: falta de información centralizada y dificultad para sumarse a las labores de rescate.
De la inspiración a los requisitos la IA fue clave para convertir ideas difusas en escenarios concretos. Al analizar más de 2 000 conversaciones de comunidades y foros, la IA identificó problemas principales como información dispersa, dificultad para emparejar voluntarios y ausencia de trazabilidad de donaciones y suministros. Además agrupó necesidades según tipo de usuario: quien reporta el rescate, voluntarios y usuarios que solo quieren donar o seguir actualizaciones. También aportó prácticas de otros productos solidarios para completar procesos como adopción y verificación de documentos sanitarios, siempre respetando mi regla de que la IA aporta ideas a validar y no respuestas definitivas.
En la fase de verificación técnica construí un MVP con React y Node.js que incluía tres funciones esenciales: reporte con geolocalización aproximada, página de inscripción de voluntarios y actualización del estado del rescate. Usé la IA para probar la experiencia como si fuera un usuario nuevo y eso reveló fricciones reales, por ejemplo la incomodidad de cambiar a una aplicación de mapas para seleccionar dirección y el lenguaje poco claro en los estados de avance. Con ese feedback mejoré el selector de direcciones y simplifiqué las palabras de estado. Para el emparejamiento por ubicación comparé usar una herramienta de mapas externa o almacenar ubicaciones localmente; por ser un proyecto sin fines comerciales elegí la opción gratuita priorizando un emparejamiento aproximado y la posibilidad de mejorar la precisión con más recursos.
En diseño de interfaz la IA fue un trazador rápido que generó borradores con una estética cálida y sencilla. Le pedí un aspecto acogedor con colores suaves y botones redondeados y obtuve varias alternativas de maquetación. Luego corregí detalles manualmente, como suavizar el color del botón de reporte y colocar la información sobre lesiones justo debajo de las fotos del animal. La IA también sugirió adaptaciones responsive útiles, pero la verdadera medida de usabilidad vino de pruebas con usuarios reales que pidieron funciones como carga de fotos en lote y vista previa con eliminación, cosas que la IA no había previsto.
Mirando atrás la IA resultó un asistente valioso para ordenar necesidades, acelerar iteraciones técnicas y generar propuestas de diseño, pero la esencia del trabajo sigue siendo humana: el cuidado por los animales y la cercanía con los usuarios. A corto plazo la hoja de ruta incluye mejorar el registro de historias clínicas y listas de suministros para mayor transparencia. A medio plazo planeamos explorar sistemas de triage basados en IA que ayuden a identificar posibles lesiones a partir de fotos y orientar a personas no expertas. A largo plazo queremos crear un sistema de confianza para voluntarios que combine frecuencia de colaboración y valoraciones para reducir el problema de inscripciones sin asistencia.
PawHaven sigue en versión de prueba y es un proyecto abierto a colaboración. Si te interesa sumarte como desarrollador puedes contribuir al código del FrontEnd y BackEnd y especialmente aportar experiencia en emparejamiento por ubicación y soporte multilingüe. Voluntarios y agrupaciones pueden probar la plataforma y dar retroalimentación sobre qué funciones son realmente útiles en el terreno. Y usuarios habituales pueden seguir el proyecto y cuando la plataforma esté disponible ayudar reportando y difundiendo rescates.
En este empeño también participa Q2BSTUDIO, empresa de desarrollo de software que ofrece aplicaciones a medida y servicios de software a medida junto con especialización en inteligencia artificial, ciberseguridad y soluciones cloud. Nuestro enfoque combina experiencia técnica y sensibilidad por proyectos con impacto social. Si buscas crear una aplicación que conecte usuarios y procesos o escalar una idea con IA para empresas puedes conocer nuestras propuestas de aplicaciones aquí aplicaciones a medida y software a medida. Para proyectos centrados en inteligencia artificial, agentes IA y soluciones de automatización visitanos en servicios de inteligencia artificial.
Además Q2BSTUDIO ofrece servicios cloud aws y azure, ciberseguridad y pentesting, servicios inteligencia de negocio y herramientas como power bi para mejorar la toma de decisiones. Palabras como aplicaciones a medida, inteligencia artificial, ciberseguridad, servicios cloud aws y azure, servicios inteligencia de negocio, ia para empresas, agentes IA y power bi forman parte de nuestra experiencia y ayudan a que proyectos como PawHaven sean sostenibles y escalables.
La filantropía y la tecnología no se sustituyen, se complementan. PawHaven es un ejemplo de cómo una empresa de software y un equipo con orientación a la inteligencia artificial pueden ayudar a ampliar la red de apoyo a animales en situación de calle. Si te mueve la causa y tienes habilidades técnicas, tiempo para voluntariado o simplemente ganas de apoyar, te invitamos a acompañarnos y mejorar juntos esta plataforma para que más rescates lleguen a buen puerto.