He contado antes la teoría conocida como Dead Internet Theory y aunque la conspiración total no es cierta, sí es real la tendencia de sustituir a personas por inteligencia artificial y bots en internet. Empresas tecnológicas ya reemplazan creadores de contenido humanos por libros, podcasts y videos generados por IA y ahora ese reemplazo se extiende a la comunicación íntima: familia, amigos e incluso mascotas se convierten en experiencias unilaterales con productos inteligentes.
Un ejemplo reciente es el robot Moflin fabricado por Casio y desarrollado por Vanguard Industries Inc. Es un dispositivo del tamaño de la palma que desarrolla una personalidad evolutiva, responde al tacto, reconoce la voz y muestra estados emocionales en una app llamada MofLife. Si se le ignora se vuelve tímido y su personalidad no puede resetearse. El robot simula respiración, emite arrullos y busca provocar en el usuario la sensación de recibir afecto sin que exista un ser sintiente al otro lado.
Este tipo de productos explotan nuestro instinto de cuidado y la gratificación de atender a otro ser. La diferencia esencial es que al cuidar a un animal o a otra persona se genera un beneficio real para un ser vivo. Con dispositivos como Moflin la relación es unilateral: el usuario recibe la sensación de afecto y la empresa obtiene valor económico, mientras nadie recibe cuidado real.
La tendencia no se limita a los objetos que parecen mascotas. Plataformas y aplicaciones están transformando interacciones humanas en experiencias personales con máquinas. Algunos ejemplos recientes ofrecen feeds de videos y avatares generados por IA que reemplazan la exposición a la vida de otras personas por creaciones sintéticas. Ese cambio convierte lo social en solitario y permite a las empresas controlar contenido y consumo sin fomentar relaciones humanas recíprocas.
Es una megatendencia similar a la que hubo con ciertos productos financieros que privilegian retornos individuales por encima de la creación de valor social. Cuando un activo sirve solo para especulación y no para canalizar recursos hacia bienes y servicios que beneficien a la comunidad, se rompe la lógica de reciprocidad que sostiene sociedades saludables.
Las consecuencias son profundas. Sustituir interacción humana por simulación puede erosionar la empatía, empujar al aislamiento y alterar comportamientos sociales. Si la tecnología se usa exclusivamente para reproducir sensaciones sin fomentar lazos reales, perdemos oportunidades de cooperación, cuidado y pertenencia. No todo avance tiene que desembocar en este resultado; la IA puede y debe potenciar relaciones humanas en lugar de sustituirlas.
En Q2BSTUDIO desarrollamos soluciones tecnológicas que buscan aprovechar la inteligencia artificial para aumentar la productividad y mejorar experiencias humanas, no para reemplazarlas. Somos especialistas en desarrollo de aplicaciones y software a medida, creación de agentes IA y soluciones de ia para empresas diseñadas para complementar equipos humanos. Si necesita una solución personalizada puede conocer nuestro enfoque en desarrollo de aplicaciones en desarrollo de aplicaciones multiplataforma y nuestras propuestas de IA en servicios de inteligencia artificial.
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La invitación no es a rechazar la innovación sino a exigir que esta respete y potencie la vida social. La IA puede transformar medicina, industria y educación y, al mismo tiempo, debemos preservar lazos humanos y responsabilidades morales. En Q2BSTUDIO trabajamos para que la tecnología actúe como amplificador de relaciones y beneficios compartidos, no como sustituto de la empatía y el cuidado.