El tamaño ideal de los clústeres de Kubernetes es una pregunta fundamental desde el inicio y requiere una respuesta definitiva.
Por un lado, puedes optar por un único clúster gigante y, por otro, administrar varios clústeres pequeños con diferentes combinaciones intermedias. Esta decisión impactará la organización a largo plazo y, si más adelante decides cambiar la topología, el proceso será costoso y complejo.
En este artículo, analizaremos las ventajas y desventajas de cada enfoque, para luego argumentar por qué un clúster gigante es la mejor elección.
Mejor utilización de recursos: Kubernetes está diseñado para manejar implementaciones a gran escala, permitiendo distribuir cargas eficientemente entre nodos. Un único clúster aprovecha mejor los recursos al balancear cargas dinámicamente y evitar que unos clústeres estén inactivos mientras otros alcanzan su límite de capacidad.
Menor sobrecarga operativa: Administrar múltiples clústeres requiere configurar varias veces herramientas esenciales como monitoreo, seguridad y backups. Con un solo clúster, estas tareas se configuran una sola vez, reduciendo el esfuerzo y los costos operativos.
Comunicación y redes más sencillas: En un solo clúster, la comunicación entre servicios es más directa y eficiente. En entornos con múltiples clústeres, se necesitan herramientas adicionales para gestionar las conexiones, lo que complica la operación.
Gobernanza centralizada: Un único clúster facilita la aplicación de políticas centralizadas, estableciendo espacios de nombres para diferentes equipos y entornos sin duplicar reglas en múltiples clústeres.
Eficiencia en costos: Un clúster único reduce la duplicación del plano de control y minimiza costos operativos, ya que se necesita menos infraestructura para mantener sistemas de monitoreo, seguridad y registros.
A pesar de estos beneficios, un clúster grande también presenta algunos desafíos:
Mayor impacto de fallos: Si el clúster falla, afecta a todos los equipos que dependen de él. Además, un atacante que comprometa la seguridad tendrá acceso a más recursos.
Gestión compleja de multi-tenancy: Compartir un clúster entre múltiples equipos requiere políticas de seguridad estrictas, limitación de accesos y distribución justa de recursos.
Límites de escalabilidad: Aunque Kubernetes es altamente escalable, hay límites físicos que pueden afectar el rendimiento a medida que el número de objetos y solicitudes crece.
Restricciones en objetos a nivel de clúster: Algunos objetos, como las definiciones de recursos personalizados (CRD), aplican a todo el clúster, lo que puede generar conflictos cuando diferentes equipos requieren versiones distintas.
La solución ideal es encontrar un punto intermedio optimizado. La mejor estrategia es utilizar solo dos clústeres: uno para producción y otro para todo lo demás. Para optimizar aún más este enfoque, se puede emplear vCluster.
vCluster: Esta tecnología permite crear clústeres virtuales dentro de un único clúster principal, proporcionando aislamiento sin los costos y complejidades de múltiples clústeres físicos. Cada equipo puede operar en su entorno separado, evitando conflictos, mejorando la seguridad y facilitando la gestión.
¿Cómo mitiga vCluster las desventajas de un clúster gigante?
- Reduce el impacto de fallos al segmentar entornos dentro de clústeres virtuales.
- Facilita la administración multi-tenancy al aislar equipos y aplicaciones.
- Mejora la escalabilidad repartiendo cargas entre clústeres virtuales.
- Minimiza los riesgos en mantenimientos y actualizaciones restringiéndolos a clústeres virtuales específicos.
- Permite a cada equipo usar distintas versiones de CRD sin afectar a otros.
Existen casos en los que se requieren múltiples clústeres físicos, como la distribución geográfica para cumplimiento regulatorio o reducción de latencia. Sin embargo, incluso en estos casos, vCluster ayuda a minimizar la cantidad de clústeres físicos necesarios.
En Q2BSTUDIO, como especialistas en desarrollo de software y soluciones tecnológicas, recomendamos consolidar la infraestructura en la menor cantidad de clústeres físicos posible y aprovechar vCluster para proporcionar un aislamiento eficiente. Esta estrategia maximiza la utilización de recursos, simplifica la administración y reduce costos operativos.
Optar por un solo clúster para producción y uno para desarrollo y pruebas, respaldado por vCluster, garantiza escalabilidad, seguridad y eficiencia operativa para cualquier empresa que implemente Kubernetes a gran escala.